domingo, 13 de diciembre de 2009

Frigiliana-Río Higuerón-Río Chillar-Cueva de Nerja

De nuevo partimos desde Frigiliana al realizar una de nuestras rutas.

Previamente hemos paseado por sus calles, y hemos admirado uno de los pocos pueblos blancos que aún perduran en nuestra tierra (Málaga). No se trata de un pueblo de interior, sino que se encuentra a pocos kilómetros de Nerja, ya en la costa.


Hemos subido el río Higuerón, pero pronto (tras pasar por su alberca) nos hemos dirigido hacia el río Chillar. El paso de un río al otro es a través de terreno caliza, muy fragmentado, en donde principalmente nos encontramos con pinos, posiblemente de repoblación. Sin embargo abunda el matorral, con la aulaga en primer lugar, el romero, el tomillo, el esparto, la jara, el palmito…

Desde la zona más alta entre ambos ríos se observa el mar, e incluso en sus aguas aparece algún barco:

A pesar de la escasez de lluvias, el río Chillar lleva agua, que corre velozmente entre las piedras y desniveles propios del terreno.

Tras dejar la zona recreativa por encima de Nerja, avistamos una ardilla (haber si la aprecias en la foto):

lunes, 19 de octubre de 2009

El itinerario discurre por la falda Norte de la Sierra del Pinar. Se inicia en el km 17 de la carretera Zahara-Grazalema y acaba en Benamahoma, teniendo una longitud de 12 km (3,5 a 4 horas de marcha).

Para acceder al Pinsapar (300 hectáreas) debemos ascender desde la carretera (a 1000 m de longitud) hasta el Puerto de las cumbres (1340 m).

Durante la subida podemos contemplar una vegetación compuesta por pinos de repoblación y una regeneración de encinas (muy prometedora), formando el estrato arbóreo; acompañado de un matorral de jaras, matagallos y pequeños arbustos y microleñosas muy interesantes y de gran belleza, destacando entre ellas la carrasquilla, el tomillo y la hedionda, ... entre otras.

A medida que se asciende, se va divisando Grazalema y Ronda, y en el espacio intermedio una masa de encinar y alcornocal, y en la lejanía (al Este) se observa la Sierra de las Nieves, en Málaga.

Una vez en el Puerto de las Cumbres, podemos ver la cara Norte de la Sierra del Pinar, en la que destacan el Pico San Cristóbal (1555 m) y el Torreón (1654 m), la mayor altitud de la provincia de Cádiz; y frente a éstos se levanta la Sierra de Zafalgar. A partir de aquí, y hasta la mitad del bosque de pinsapo, la vereda transcurre a 1300 m de altura.

Desde el Puerto de las Cumbres a los pinsapos el camino es pedregoso, predominando la aulaga. La fauna se limita a aves de zonas rocosas: la collalba negra, el roquero solitario, el acentor alpino, el avión roquero, la chova piquiroja, la grajilla y el águila real. En este tramo nos encontramos con el primer canchal o casquera, al pie del Pico San Cristóbal, colonizado por endrinos y majuelos, de cuyos frutos da buena cuenta el zorro, y algunos arces.

Durante el recorrido por el interior del Pinsapar se pueden ver ejemplares jóvenes y viejos, enfermos y muertos, en pie o caídos, escaseando los ejemplares con un desarrollo máximo: 30 m de alto y 1 m de diámetro en la base, llegando a alcanzar una longevidad de 500 años.

El Pinsapar es un bosque dinámico, sometido a la acción del hombre y situado en un suelo frágil: por las cañadas que estamos cruzando descienden multitud de piedras calizas, por la acción del agua y la nieve, o simplemente cuando por ellas trepan una cabra montés o un corzo.

Apenas hay sotobosque acompañando a los pinsapos, debido a la escasez de luz, encontrándonos sólo aquellas plantas que soportan esta condición: peonía en primavera, la hiedra, la zarza, el torvisco macho, majuelos, endrinos, arces y mostajos en los claros. También encontramos viejos quejigos, bastante maltrechos, debido a las podas que sufrieron cuando se practicaba el carboneo. Aún quedan restos de esta actividad en forma de pequeñas zonas casi sin vegetación y perfectamente horizontales, a modo de terrazas.

Durante el trayecto podremos oír y ver a gran cantidad de aves: carboneros, herrerillos, currucas, pinzones, reyezuelos,, carpinteros, azores, gavilanes, ...

Una vez fuera del pinsapar, iniciamos el descenso a Benamahoma desde el Puerto del Pinar (1100 m), quedando a nuestra izquierda las enormes casqueras conocidas por caídas del Pinar, sobrevoladas por el buitre leonado, y a nuestra derecha la Sierra de Zafalgar y la Sierra del Hinojar.

A partir de aquí el camino transcurre por entre añosos quejigos, encinas y, conforme descendemos, algarrobos, ya que estos huyen de los intensos fríos de las alturas. Merecen especial mención las encinas, que trepan por las casqueras, colonizándolas y fijándolas. Al fondo aparecen la Huerta de Benamahoma, la Sierra Albarracín, tras la que se encuentra El Bosque, y a la lejanía surgen las campiñas de Arcos y Villamartín.

El itinerario acaba en el manantial de Benamahoma.

lunes, 28 de septiembre de 2009

compañerismo, frigiliana, higuerón, lluvia, málaga, nerja, río, senderismo

Parecía que ya había dejado de lado las rutas por los ríos, pero al final recorrimos el río Higuerón, teniendo que meter nuestras piernas en el agua.

Desde el principio todo hacía pensar que probaríamos el agua en esta jornada que amaneció con chubascos ocasionales. Pero ya han sido dos las ocasiones en las que la lluvia nos han puesto chorreando, por ello, ya hemos aprendido de nuestros errores y casi todo el mundo llevamos ropa en las que no penetran el agua.

Partimos con una fina lluvia desde Frigiliana hasta el Acebuchal, la cual nos acompañó hasta puerto Verde, e incluso cuando comíamos en el helipuerto que hay al final del río Higuerón. Pero tras terminar de comer, observamos el cielo y vimos que la situación se había vuelto propicia para internarnos en el río Higuerón.

Así que lo hicimos, y el tiempo nos acompañó hasta llegar a Frigiliana.

Nuestro caminar transcurrió entre adelfas, brezos, pinos, boj, juncos… acabando entre un mar de aguacates cuando cruzábamos las huertas hasta frigiliana.

Los 18 km han sido duros, pero ha merecido la pena por la variedad de sus paisajes: carriles, senderos rocosos, río…

lunes, 31 de agosto de 2009

Materia extraña

¿Nos encontramos ante un nuevo Isaac Asimov? Me refiero al físico J.J. Gómez Cadenas.

Es bueno que los hombres de ciencia escriban al público en general, y que lo hagan utilizando un lenguaje cotidiano.

En su primera novela, J.J. Gómez Cadenas, escribe sobre la energía nuclear (que últimamente aparece mucho en las charlas, opiniones, artículo periodísticos…) y las partículas extrañas (partículas que poseen el quark extraño, que no forma parte de la materia ordinaria). Existe una gran relación entre ambos temas, aunque podríamos clasificar la primera como presente y la segunda como algo futurible.

En la energía nuclear, expresa la necesidad de realizar exhaustivos controles en las instalaciones dedicadas a este uso. Así, en la trama de la novela utiliza un caso actual, como es el pulso que realiza Irán a la comunidad internacional.

En el caso de las partículas extrañas, las utiliza para reflejar la ceguera de ciertas personas, que no dudan en poner en peligro nuestro hermoso planeta, para satisfacer su ego personal.

Pero estos temas los trata como parte de una trama mayor: relaciones de poder, familias, amigos, amor…

jueves, 27 de agosto de 2009

Río Guadalmina (Benahavís)

Benahavís se encuentra por encima de San Pedro de Alcántara (a pocos kms), y su territorio es cruzado por el Río Guadalmina, que incluso ahora (finales de verano) sus aguas continúan circulando y crean diferentes charcos y "pozas".

En realidad, en la mayoría de su recorrido tienes que ir nadando, pues suele cubrir sus aguas a una persona.

Te puedes introducir en lo que en épocas de lluvias sería un sifón, que en las fotos aparece como si fuese una cueva. Alguna gente, incluso, bajan rapeando hasta este lugar.

Se trata de una ruta muy corta, algo más de una hora, pero te maravillas de su belleza y encanto.

martes, 25 de agosto de 2009

Río Verde de Istán

Una vez nos encontramos en Istán, en su plaza, nos dirigimos hacia el campo de fútbol (dirección Monda, a unos 20 km por carriles), pasamos por el nacimiento del río Los Molinos (situado a la derecha del camino) hasta que llegamos a una bifurcación: a la derecha se sigue hasta Monda; y a la izquierda, se baja hasta río Verde.

Aunque este río en su curso bajo está domesticado, domado (pantano de la Concepción), en su curso alto aún muestra su fuerza, su furia. Esto permite que nos encontremos con un bosque de ribera (canuto) muy deteriorado, pues las huertas se adentran en la zona de protección del río, quedando salvaje prácticamente solo aquello que moja sus aguas.

A pesar de ello nos encontramos con grandes helechos, higueras, parras silvestres, yedras de considerable tamaño, zarzas, algarrobos…

Por encima de las huertas queda un bosque de alcornoques, con numerosa presencia de algarrobos.

El final de la ruta acaba en el Charco de la Canaleta, que se trata de un lugar paradisíaco, aunque en esta ocasión no se ha podido apreciar bien todo su encanto, por la numerosa presencia humana en la zona:

Hemos de dar en esta ocasión la bienvenida a nuevos miembros, que se apuntan a nuestras rutas, y que esperemos que sea la primera de otras muchas.

Bienvenidos a Eli, Lourdes, Toñi y Chani (y a sus niñas Celia y Bea).

martes, 11 de agosto de 2009

Incendios

Tras las numerosas lluvias de la presente temporada, y la llegada de las altas temperaturas del verano, se han extendido los incendios por toda España.

Este año, además, ha vuelto a ser catastrófico no sólo en hectáreas quemadas, sino también en vidas humanas.

Nuestros políticos, técnicos… o quienes correspondan, no se dan cuenta que es la prevención lo fundamental para que el riesgo de estos sea el mínimo:

1) La entrada de animales en nuestros montes, bosques… es totalmente necesaria, pues estos limpian estos.

2) Para que esta limpieza sea más extensa, es necesaria numerosa mano de obra. Sería esto además una forma de paliar la crisis económica, pues numerosos “jornales” en esta tarea haría disminuir el extenso número de personas en el “paro”.

3) A todos nos gustan las fiestas, la tirada de cohetes… pero las autoridades deben encargarse de velar por la seguridad, no permitiendo situaciones de peligros en lugares de gran valor ecológico.

4) La quema de rastrojo debería de estar totalmente prohibida, pues esta biomasa puede tener un mejor uso (producción de electricidad…), aumentando la economía de una zona.

5) La preparación de las cuadrillas debe ser continúa, incluso en los meses de bajo riesgo de incendios.

No podemos bajar la guardia, el coste humano y las hectáreas quemadas nos deben de hacer reflexionar, analizar y buscar no sólo nuestro propio bienestar, sino la de todos los seres que pueblan nuestro territorio.

domingo, 9 de agosto de 2009

Energía nuclear

En los últimos meses se habla mucho sobre la energía nuclear, su bonanza, sus riesgos… Unos aplauden la decisión de Zapatero por cerrar la de Garoña (posiblemente en 2013) y otros se muestran totalmente en contra ante esta decisión.

Evidentemente, las personas de la comarca se muestran en contra del cierre de esta, pues peligran sus puestos de trabajo, que a su vez sirve de “motor” de la economía de la zona. Ellos son conscientes que trabajar con uranio conlleva ciertos riesgos para la salud, con manifestaciones en forma de cáncer, silicosis, enfermedades óseas y dolores de huesos, y nefríticas en riñones. Pero, a la vez, confían en los controles que se realizan en estas centrales.

Supongamos que realmente son seguras, obviando posibles amenazas terroristas, terremotos, escape radiactivo (como en Ascó, Tarragona)… sin embargo no debemos olvidarnos de otros problemas:

1) Los deshechos radiactivos. La vida media (tiempo que tarda en emitir la radiación la mitad de los átomos de una muestra) de muchos de estos son miles de años. Es verdad que estos se depositan en ciertos lugares que teóricamente son seguros: ante posibles terremotos, separados de acuíferos y otras aguas subterráneas…

2) La económica. Los nueve reactores españoles consumen al año unas 150 toneladas de uranio enriquecido, que es importado y que nos cuesta más de 250 millones de euros.

3) El efecto invernadero. Los que apuestan por esta energía esgrimen que no emiten CO2 a la atmósfera. Si España importa todo el uranio, su transporte desde Canadá, Rusia, Francia (países con grandes reservas de este)… requiere el consumo de combustibles fósiles, que aumentan este efecto (invernadero).

4) Explotar nuestro propio uranio. Podría ser posible, pues el precio de este está creciendo, debido al aumento de su uso en el futuro. Los riesgos en salud en este caso son mayores, pues resultan más complicados los controles (los observamos en las canteras), y además, el riesgo no se centra en los trabajadores de las minas, sino que se extiende a todos los seres vivos de la zona: el viento, las aguas (subterráneas y superficiales)… transportan el uranio de un lugar a otro.

Hemos acabado con nuestra agricultura, nuestra ganadería… compramos productos de otros países y despreciamos los de nuestra localidad. Esto si que contribuye a aumentar el efecto invernadero, debido al transporte continúo de materias.

Lo mismo nos podría ocurrir con la energía, despreciamos la que poseemos (nuestro Sol, para la energía solar y eólica; las mareas, para la energía maremotriz; los restos vegetales, para la biomasa) y buscamos la que no tenemos (el uranio).